1 Pedro 3:21
Dios escogió agua para destruir el mundo y salvar a Noé y su
casa. Gén. 6:5-13, 17-18
El agua vino a ser el punto divisorio entre salvos y perdidos.
1 Pedro 3:20
El agua hizo la diferencia entre ser salvo y estar perdido. Dios escogió agua para librar a Israel y destruir el ejército de
faraón. Éxo. 14:1-31
Pablo dijo que de esa manera Israel fue bautizado. 1 Cor. 10:1-2
El agua hizo la diferencia entre ser libre y permanecer esclavo.
Dios escogió agua para limpiar a Naamán. 2 Reyes 5:1-14
Naamán fue limpio por fe, y no por el agua.
El agua hizo la diferencia entre ser sanado y permanecer enfermo.
Jesús uso agua para sanar un hombre ciego. Juan 9:1-7
Noten que el ciego permaneció sin ver hasta que el Señor dijo que recobraría la vista.
El agua hizo la diferencia entre permanecer ciego y recobrar la
vista.
Jesús mando bautizar en agua para ser salvos. Marcos 16:16
Nacer del agua es necesario para entrar al reino de Dios.
Juan 3:1-7
El agua hace la diferencia entre los que en verdad creen en Dios y los que solo dicen creer. Mateo 7:21.
¿Es indispensable el ser bautizados en agua para ser salvo?
En el caso de Noé, el agua marco la diferencia entre ser salvo y
estar perdido.
En el caso de Israel, el agua hizo la diferencia entre ser libre y
permanecer esclavo.
En el caso de Naamán, el agua hizo la diferencia entre ser sanado y permanecer enfermo.
En el caso del hombre ciego, el agua hizo la diferencia entre
permanecer ciego y recobrar la vista.
En nuestro caso, el agua hará la diferencia entre recibir el perdón
de pecados, y permanecer en ellos. Hechos 2:38; 22:16;
Gál. 3:26-27, Col. 2:12.
¡Dios escogió agua!
Por: Guillermo Álvarez.
Hillsboro, Ohio.
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