(Hebreos 4:1-11)
Propósito: Exhortar al cristiano para que no pierda la promesa de entrar en el reposo de Dios (La vida eterna)
INTRODUCCIÓN:
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En capítulo tres de «La epístola a los Hebreos» vimos…
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Una comparación de Cristo a Moisés.
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Con una comparación se presentó una advertencia basada en el ejemplo de Israel en el desierto.
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Trayendo a la memoria la caída de Israel en el desierto…
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Que a pesar de la dirección de Moisés, la mayoría murió en el desierto y no entraron en la tierra prometida por la falta de fe.
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Ahora bajo la dirección de Cristo enfrentamos un peligro similar de perder nuestra «promesa» por una falta de fe (Heb.3: 14, 15; 4:1)
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En el capítulo cuatro continúa la advertencia con un enfoque en la promesa del «reposo» que todo cristiano fiel espera…
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Esta promesa de «reposo»es actualmente uno de varios «reposos»encontrados en las Escrituras.
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Es un «reposo» que Moisés y Josué no proporcionaron, esto es justamente otra razón por la que el cristiano Hebreo no debe abandonar a Jesús y regresar al judaísmo.
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Este es el «reposo que permanece»para las personas de Dios hoy.
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En esta lección vamos a dirigirnos a dos preguntas:
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¿Qué es el «reposo que permanece»?
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¿Qué elementos esenciales son necesarios para entrar en el «reposo que permanece»? ❖ Empecemos, entonces, con la primera…
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¿QUÉ ES «EL REPOSO QUE PERMANECE»?
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ESTE NO ES «EL REPOSO DE CANAÁN»…
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De este «reposo» se alude en (Deut.3: 20; 12: 9, 10; Josué.1: 13 — 15)
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Este «reposo» se dio tal como Dios lo prometió (Josué.21: 43— 45)
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Pero en el capítulo cuatro «Su reposo» (ó «Mi reposo» «El reposo de Dios») es claramente delineado que Josué entregó (Heb.4: 8)
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Anhelado aún después de la muerte de Josué, en el pasaje de (Salmos 95:7,8) estaba escrito.
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La palabra «Hoy…» indica que el Espíritu estaba advirtiendo al Israelita, ¿quién hace mucho tiempo había recibido «El reposo de Canaán» ? Ciertamente Josué entregó «El reposo de Canaán», pero hay todavía «El reposo que permanece».
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NO ES «EL REPOSO SABÁTICO»…
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Para algunos es natural pensar en el día sabático cuando oye ó lee la palabra «reposo».
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Cuando por primera vez se le presento a la nación de Israel, se les instruyo de como «El reposo del santo sábado era consagrado al Señor » (Éxodo 16:23)
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Este fue el séptimo día de reposo, autorizado después del propio reposo de Dios, al concluir su creación (Gén.2: 2)
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Fue puesta en código de ley en las tablas de piedras (Éxodo 20:8—11)
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Pero el sábado como «un día de reposo» solamente se dio a la nación de Israel.
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No se dio a los padres de la nación (es decir, a sus antepasados como Abraham, Isaac, Jacob, etc ) (Deut.5: 2 — 22; Neh.9: 13, 14)
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Se dios a Israel como un recuerdo semanal de su liberación de Egipto (Deut.5: 12 – 15)
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Los únicos gentiles que se les ordeno guardar el sábado eran aquellos que vivían entre los Israelitas en las tierras de Canaán («tu extraño que esta dentro de tus puertas»)
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El día sábado, como el resto de la antigua ley, fue abrogada.
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Se clavó en la cruz (Efes.2: 14, 15; Col.2: 14)
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Aquellos que están en Cristo han muerto a la antigua ley, habiéndose entregado a él, pueden servir a Cristo ahora (Rom.7: 4, 6)
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El «ministerio de muerte (el antiguo testamento) ha venido a ser reemplazado por el «ministerio del Espíritu» (el nuevo testamento) (2Cor.3: 5 – 8, 11)
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Esto es ahora una cuestión de indiferencia a Dios, dejado a la conciencia individual de cada uno, y no para limitar a ninguno (Rom.14: 4 – 6; Col.2: 16, 17)
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Finalmente, el argumento con respecto a Josué también puede hacerse con respecto a Moisés…
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Anhelado aún después que Moisés les entregó el «reposo sabático» (Salmos 95: 7, 8)
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Indicando que había aún otro «reposo» por venir > ¡Aunque Moisés entregó el «reposo sabático», hay todavía «El reposo que permanece»!.
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ESTE ES «EL REPOSO DE DIOS»…
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A través de esta sesión de las Escrituras se repite las referencias a:
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«Mi reposo» (Heb.3: 11; 4: 3, 5; cf Salmos 95: 7 – 11)
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«Su reposo» (Heb.3: 18; 4: 1). (1).Aquellos que cayeron en el desierto, no entraron (Heb.3: 18) (2).Que el cristiano de hoy tiene una promesa de entrar (Heb.4: 1)
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Es un «reposo» en el que Dios entro, al completar su creación (Heb.4: 4, 10)
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Es un «reposo» que ni Josué, ni Moisés pudieron proporcionar.
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El «reposo» de Dios es uno en el que…
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Necesariamente debemos de ser diligentes para no perderlo (Heb.4: 1,11)
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Necesariamente debemos entrar («en su reposo») para descansar de su trabajo (Heb.4: 10). El «reposo de Dios» es el «reposo celestial» del cual leemos en el libro de Apocalipsis: “Oí una voz que desde el cielo me decía: £scri6e: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”(Apoc .14: 13) «El reposo que permanece» por consiguiente es «El reposo de Dios», y en particular «El reposo celestial» en que uno puede entrar para descansar de su trabajos. Ahora, si nosotros deseamos entrar algún día en este «reposo», algunas cosas son necesarias…
II . ¿QUÉ ELEMENTOS SON ESENCIALES PARA ENTRAR EN «EL REPOSO DE DIOS»?
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LA PALABRA DE DIOS…
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Nótese que ambos, los Israelitas y nosotros hoy hemos recibido «el evangelio» que nos ha sido predicado (Heb.4: 2)
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El «evangelio» (es decir, las buenas nuevas) proclamado a los Israelitas perteneció a las promesas de Canaán.
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El «evangelio» proclamado a nosotros pertenece a las bendiciones que ahora tenemos en Cristo.
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La palabra de Dios es esencial al menos por dos razones:
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Sin ella no sabríamos nada acerca de nuestro «reposo» prometido.
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Si ella no sabríamos cómo recibir nuestro «reposo» prometido.
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Así es que la palabra de Dios (es decir, el evangelio) es de verdad el poder de Dios para salvarnos (Rom.1. 16, 17)
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Porque en ella se nos dice de la «salvación en Cristo»
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Y cómo nosotros podemos recibir esta salvación maravillosa. Pero cuando continuamos, aprendemos que solo la palabra de Dios no es suficiente, porque ésta debe ser…
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MEZCLADA CON LA FE…
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La palabra de Dios no hizo mucho en los Israelitas, porque éstos no la recibieron con fe (Heb.4: 2)
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¡Tan poderosa como la palabra de Dios puede ser (cf Heb.4: 12) este poder en nuestras vidas es impedido, a menos que la aceptemos con fe!
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Claro, la palabra de Dios esta diseñada para crear y nutrir la fe a un punto (Rom.10: 17; Jn.20: 30, 31)
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Pero a menos que nuestros corazones sean buenos y nobles, la palabra no encontrará la tierra apropiada que necesita para producir su fruto (Luc.8: 15) Sin la fe, entonces, la promesa del «reposo de Dios» no será experimentado por nosotros.
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CON TEMOR Y DILIGENCIA…
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El escritor a los Hebreos enfatiza dos de estos elementos esenciales.
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“Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún (a promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado ”(Heb.4: 1)
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“Procuremos, pues, entar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia ”(Heb .4: 11)
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El temor (la reverencia imponente) tiene un lugar importante en la vida del cristiano.
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Jesús nos enseña a quién debemos temer (Mat.10: 28)
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Pablo enseñó que el «temor y temblor»deben acompañar nuestros esfuerzos para servir a Dios (Fil.2: 12)
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La diligencia (el esfuerzo activo) igualmente es muy importante (2Ped.1: 5, 10)
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Debemos de ser diligentes para crecer en el carácter de vida cristiana.
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Debemos de ser diligentes en «hacer firme nuestra profesión y elección». La necesidad del «temor» y la «diligencia» es comprensible solo si la posibilidad de caer es real.
CONCLUSIÓN:
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«El reposo que permanece» es de hecho una bendición maravillosa.
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«El reposo de Dios» es por consiguiente un «reposo celestial».
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Es un reposo en el cual descansará de sus trabajos, como Dios de las suyas (Heb.4: 10). Este es el «reposo» del cual Juan oyó en la voz del cielo (Apoc.14:13)
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Pero también hemos visto cómo la desobediencia hizo que muchos Israelitas perdieran su «reposo en Canaán».
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Aunque ellos fueron colectivamente, la nación de Israel, «elegidos de Dios», predestinados para recibir las promesas hechas a Abraham (Gén.12: 1 — 3)
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Pero ellos, individualmente, no hicieron su «llamado y elección segura»
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Ellos tenían «el evangelio»que se les enseñó.
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Pero no lo recibieron con fe.
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Y no tuvieron el «temor» y la «diligencia»necesaria para perseverar.
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¿Qué sobre nosotros hoy?
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Si nosotros estamos en Cristo.
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Somos bendecidos por ser «elegidos de Dios», en un sentido colectivo como el cuerpo de Cristo, la iglesia.
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Somos predestinados como tal para recibir las bendiciones maravillosas de salvación en Cristo, incluso el «reposo celestial» nos espera.
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Pero, individualmente, también debemos hacer nuestro «llamado y elección segura»
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¿Estamos recibiendo «la palabra mezclada con fe»?
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¿Estamos teniendo un sentido apropiado del «temor reverente a Dios»?
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¿Estamos siendo «diligentes»en nuestros esfuerzos para mantenernos fieles y firmes? > Solo entonces podremos tener la convicción de entrar en «El reposo que permanece»
❖ Permitamos que la exhortación del escritor a los Hebreos redarguya profundamente nuestros corazones… “Procuremos, pues, entraren aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia ” (Heb. 4:11)
REFERENCIA: EPISTLE TO THE HEBREWS» By Mark A. Copeland
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