(Mr. 2.13–17; Lc. 5.27–32)
“Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió. 10Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos. 11Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores? 12Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. 13Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.” Mateo 9:9-13,
Los Judíos estaban dominados por los Romanos y estos para juntar sus tributos buscaban sus recaudadores de los mismos Judíos a estos se les llamaba publicanos y eran considerados traidores por los demás Judíos.
Aquí tenemos a un hombre que dejo su trabajo por seguir a Jesús. A través de su ministerio Cristo invitó a los que fueron rechazados por los judíos a seguirle. Zaqueo, otro publicano, dijo lo siguiente a Jesús: “He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado” (Luc. 19:8).
Jesús escogió a sus apóstoles de diferentes oficios, pero una cosa importante fue que escogió en sus oficios, cada uno de ellos tenia su trabajo. No llamo a los vagos ni a los holgazanes.
Este hombre lo dejo todo por seguir a Jesús. Este hombre vino a hacer el apóstol Mateo. Este libro que estamos estudiando fue escrito por él. Este hombre se gozo del llamado del Maestro e hizo un banquete en su casa. El no se afrento de sus compañeros anteriores. Mas bien tuvo el deseo que ellos también conocieran a Jesús.
Nos llama la atención que en ese banquete también están los Fariseos. Pero ¿Qué hacen ahí? Siempre estaban cerca para buscar algo y acusar al Señor. Tenemos que buscar oportunidades para predicarles a los perdidos. Jesús esta en medio de los pecadores no para identificarse con sus pecados sino como el medico que busca ayudar al enfermo. Bien lo expresa en Lucas: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” Lucas 19:10 y Pablo le expreso a Timoteo: “Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.” 1 Timoteo 1:15.
También los Fariseos y Saduceos necesitaban este médico. Muchos hermanos creen que esto nos daría permiso para ir a un baile. La pregunta seria: ¿Iremos a predicar o bailar? Jesús enseña y dice que los sacrificios son importantes, pero también la misericordia. Dios quiere que todos los hombres vengan al arrepentimiento.