LA VERDAD QUE LIBERTA:

“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” Juan 8:31-32.

¿Qué significa realmente ser un ‘verdadero discípulo’ de Jesús?

En este pasaje, Jesús enseña a sus seguidores que permanecer en su palabra es esencial para conocer la verdad, y que esta verdad tiene el poder de liberarlos de la esclavitud del pecado.

Debian permanecer en su palabra: En otros texto él dijo: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. 8En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.” Juan 15:7-8.

Sus enseñanzas son para ponerlas en práctica: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.” Mateo 7:24.

Aprender para vivir guiados por esa enseñanza los llevo a ser sus discípulos:Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. 58Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. 59Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. 60Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. 61Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. 62Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. Lucas 9:57-62.

El conocimiento los capacito para ser mejores: “Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. 17Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.” Mateo 13:16-17. “Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.” Lucas 8:10.

Ellos tuvieron el privilegio de escuchar la verdad de sus labios:Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.” Juan 17:17; Ese fue uno de los privilegios que tuvo el apóstol Pablo: “Mas él dijo: No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura.” Hechos 26:25.

Si permanecían en obediencia a sus palabras los harían libres:Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.” Juan 8:36. “y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.” Romanos 6:18.

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