GRATITUD:

“Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.           2      Servid a Jehová con alegría;     Venid ante su presencia con regocijo.           3      Reconoced que Jehová es Dios;     El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;     Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.           4      Entrad por sus puertas con acción de gracias,     Por sus atrios con alabanza;     Alabadle, bendecid su nombre.           5      Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia,     Y su verdad por todas las generaciones.” Salmos 100.

Este precioso Salmo anima a cantar a Dios con alegría, nos recuerda de Pablo y Silas en la cárcel de Filipos: “Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.” Hechos 16:25. Si no estamos tristes estamos alegres. “¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas.” Santiago 5:13. Pablo y Silas estaban alegres por sufrir por la causa de Cristo, pero, no se puede negar que los azotes duelen.

De igual forma el Salmos 100 les enseño a servir a Dios con alegría. Los primeros convertidos en Jerusalén gozaron de esta gran bendición: “Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” Hechos 2:46-47. Es el gozo que sintió el Eunuco al obedecer el evangelio: “Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino.” Hechos 8:39. Es el gozo que Pablo les enseño a los Filipenses:  “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” Filipenses 4:4.

 

El Salmos 100 también les recordó que somos Creación de Dios. Esta gran verdad el apóstol Pablo se las recodo a los Efesios: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” Efesios 2:10.

El Salmos 100 les enseño a expresar su gratitud a Dios. Nuestra vida Cristiana necesita ese elemente también, así se los enseño el apóstol Pablo a los Colosenses: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. 17Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.” Colosenses 3:16-17.

Otro texto que nos enseña a ser agradecidos esta en Hebreos: “Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;” Hebreos 12:28.

¿Qué habían recibido los hermanos Hebreos? Un reino inconmovible.

Es curioso que todas las denominaciones que existen hoy pregonan que el reino de Cristo pronto vendrá pero los hermanos Hebreos ya lo habían recibido y los hermanos Colosenses ya habían sido trasladado a el: “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,” Colosenses 1:13.

Daniel había profetizado este reino: “Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre,” Daniel 2:44.

El punto es que los hermanos Hebreos debían de expresar esa gratitud y seguir sirviendo a Dios agradándole con temor y reverencia.

El escritor de los Hebreos les insta como expresar esta gratitud: “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.” Hebreos 13:15. “os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.” Hebreos 13:21.

Es bueno que hagamos una lista de todas las bendiciones que hemos recibido de nuestro Dios. Son muchas las razones para ser muy agradecidos.

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *