VI: Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios.
- ¿Qué significa ser puro de corazón?
- La palabra puro aquí significa estar limpio, o libre de todo aquello que está corrupto o adulterado. La frase puros de corazón no solo implica una pureza moral, pero también describe el amor de nosotros por Dios; Marcos 12:30; Un amor que fiel, integro, sincero y verdadero. Con frecuencia se dice que los de limpio corazón son personas honestas y sinceras, e íntegras; Sal. 24:3-4.
- Esta bienaventuranza nos exige el más severo examen de conciencia. ¿Cumplimos con nuestro trabajo por motivos de servicio o de paga? ¿Prestamos nuestro servicio por generosidad o por egoísmo? ¿Hacemos lo que hacemos en la iglesia para el Señor, o para nuestro propio prestigio? ¿Vamos a la iglesia para encontrarnos con Dios o para cumplir con una costumbre o para que se nos considere respetables? ¿Es nuestra vida de oración y meditación inspirada por un deseo sincero de comunión con Dios o porque nos da un sentimiento agradable de superioridad? ¿Cultivamos la vida espiritual porque somos supremamente conscientes de nuestra necesidad de Dios en lo más íntimo de nuestro ser, o porque nos producen un sentimiento de comodidad y bienestar los pensamientos piadosos? El examinar nuestros propios motivos nos produce inquietud y vergüenza, porque hay pocas cosas en este mundo que aun los mejores de nosotros podemos hacer sin tener motivos diversos.
- Ahora bien, no puede haber dudas acerca del hecho de que la sinceridad, la honestidad, la condición de ser sin engaño, es ciertamente el énfasis aquí. Debido a su perpetua lucha con los fariseos Jesús pronuncia su bendición sobre las personas cuya manifestación exterior está en armonía con su disposición interior. Sin embargo, un estudio del contexto en cada una de las referencias precedentes deja en claro que es necesario agregar algo.
- a) La sinceridad o integridad no es suficiente por sí sola. Un hombre puede estar sinceramente en lo correcto, pero también puede estar sinceramente equivocado; Hechos 26:9-11; 1 Tim. 1:13.
- b) Los “limpios de corazón” en 73:1 son los que con toda sinceridad son guiados por “el consejo de Dios” – v. 24.
- c) La fe no fingida de 1 Tim. 1:5 se une con la “sana doctrina” – v. 10. Y las personas a quienes se refiere Pedro; 1 Ped. 1:22 son las que han purificado sus almas “por la obediencia a la verdad”. La pureza de corazón no se puede dejar de enfatizar, Salomón escribió en 4:23; “Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida”. El corazón es el principal órgano de la vida física, mediante una fácil transición esta palabra vino a significar toda la actividad mental y moral del hombre, incluyendo tanto sus elementos racionales como emocionales. El pecado es un principio que halla su asiento en el centro de la vida interna del hombre, contaminando por ello todo el círculo de sus acciones; Mateo 15:19-20. El corazón, en su sentido moral en el AT, incluye las emociones, la razón, y la voluntad.
- Ejemplos de personas que escogieron, que decidieron ser puros de corazón.
- José, cuando la mujer se su amo trato de seducirlo para que se acostara con ella, él se negó diciendo; “¿Cómo pues haría yo este grande mal y pecaría contra Dios?” – Gén. 39:9. Le dijo Pablo al joven Timoteo; “Huye de las pasiones juveniles” 2 Tim. 2:22. Así como estos jóvenes también nosotros, la decisión es de nosotros de ceder al pecado, o conservarnos puros.
- Moisés, cuando se enfrentó con la decisión entre las riquezas de Egipto, y sus hermanos los hijos de Dios, vivir como rey, o sufrir como esclavo; Heb. 11:24-27. Dijo Juan; “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo…” 1 Jn. 2:15-17.
- El justo Lot que no cedió a la presión que le agobiaba al vivir en Sodoma, por la conducta de aquella gente inmoral; 2 Pedro 2:6-8.
- ¿Qué se le promete a los puros de corazón?
- Que solamente ellos verán a Dios cara a cara. Esa será su recompensa por ser sinceros, porque en su adoración al Dios verdadero en conformidad con la verdad revelada en su Palabra, se esfuerzan sin hipocresía para agradarlo y glorificarlo. Estos y solamente éstos, son los de “limpio corazón”.
- a) Ellos adoran a Dios en “espíritu y en verdad” – 4:24.
- b) Meditar y practican las virtudes mencionadas en 1 Co. 13:1-8; Gál. 5:22-23.
- c) El corazón de ellos, la misma fuente principal de las disposiciones así como de los sentimientos y pensamientos; 15:19; 22:37, está en armonía con el corazón de Dios.
- Por eso no es realmente sorprendente leer que los limpios de corazón “verán a Dios”, y que esto es la esencia de su bienaventuranza. El hombre cuya delicia no está verdaderamente en las cosas de Dios no puede apreciar el amor de Dios en Cristo hacia los pecadores. Así se cumplirá la oración de Jesús en Juan 17:24, Cristo Jesús asegura a sus discípulos que en la eternidad, verán a Dios tal y como Él es; 1 Jn. 3:1-2.
Conclusión:
- Así pues, esta sexta bienaventuranza podría leerse de la forma siguiente: la bienaventuranza de la persona cuyos motivos son absolutamente puros, porque algún día estará capacitada para contemplar a Dios. Así pues, el sentido básico de puros es sin mezcla ni adulterio.
- Es por esto por lo que esta bienaventuranza es tan exigente. Bendita la persona cuyos motivos son siempre totalmente sin mezcla, porque verá a Dios.
¡Las Bienaventuranzas son ACTITUDES que deberían ESTAR en nuestra vida!
Las Bienaventuranzas son características de los hijos de Dios.
Las Bienaventuranzas son un diseño para la felicidad.
Las Bienaventuranzas son una fundación para construir un hogar en el Cielo.
Ellas expresan la mente de Cristo Jesús a Sus discípulos, aun hoy.
Muestra la relación del Reino de Dios hacia ti mismo.
El consejo de Dios es: ¡Ser vaciado de sí mismo para ser llenado con Dios!
Este Estudio Pertenece a Nuestro Hermano: Juan Antonio Salazar.