Jesús satisface:

Muchos vinieron con sus enfermos para que Jesús les sanara, no les importo la distancia, ni la falta de alimento.

“En aquellos días, como había una gran multitud, y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos, y les dijo: 2Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer; 3y si los enviare en ayunas a sus casas, se desmayarán en el camino, pues algunos de ellos han venido de lejos. 4Sus discípulos le respondieron: ¿De dónde podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en el desierto? 5El les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Ellos dijeron: Siete. 6Entonces mandó a la multitud que se recostase en tierra; y tomando los siete panes, habiendo dado gracias, los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y los pusieron delante de la multitud. 7Tenían también unos pocos pececillos; y los bendijo, y mandó que también los pusiesen delante. 8Y comieron, y se saciaron; y recogieron de los pedazos que habían sobrado, siete canastas. 9Eran los que comieron, como cuatro mil; y los despidió. 10Y luego entrando en la barca con sus discípulos, vino a la región de Dalmanuta.” Marcos 8:1-10.

El Señor lo sabe todo, nada le era oculto, el sabia que ya no tenían comida. La compasión era parte de su naturaleza, veamos varios textos donde se resalta esa cualidad:

Cuando miraba las multitudes no solo miraba seguidores: “Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.” Mateo 9:36.

Se compadecía de los enfermos: “Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos.” Mateo 14:14.

Quería guiarles con enseñanzas: “Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.” Marcos 6:34.

El Señor les presenta el problema a los apóstoles para ver que solución encuentran y ellos solo piensan en la cantidad de panes que se necesitarían, en el costo y la disponibilidad al estar en el desierto. El Señor sabe cuál es la solución por eso después le pregunta cuantos panes tienen y ellos dicen 7 y con esos y unos pececillos alimento a los 4000 hombres. Dice Mateo: “Y eran los que habían comido, cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.” Mateo 15:38. Todos se saciaron y hasta recogieron de los pedazos 7 canastas.

Ahora que se saciaron pueden emprender su viaje de regreso a su hogar seguros que podrán aguantar caminar y no se desmayaran por el camino.