“13Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; 14como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; 15sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 16porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.”1 Pedro 1:13-16.
La expresión por tanto nos traslada a lo que Pedro acaba de decir y es que los profetas, los apóstoles y los ángeles participaron en la traída del evangelio salvador.
Ceñid: Esta palabra indica ponerse en un estado listo para un pensamiento vigoroso. Ceñir la mente para la acción. Estar preparado.
¿Qué significa la palabra sobriedad? Moderado, razonable. El apóstol Pedro usas dos veces mas esta palabra en su carta: “7Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.” 1 Pedro 4:7; “8Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;” 1 Pedro 5:8.
El apóstol Pablo también enseño de esta cualidad: “6Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. 7Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. 8Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.” 1 Tesalonicenses 5:6-8.
Debemos de esperar y nunca perder la esperanza, como Pablo les enseño a los Gálatas: “9No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.” Gálatas 6:9.
Y como aconsejo Santiago: “7Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. 8Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.” Santiago 5:7-8.
Esa gracia llegara cuando Cristo venga por segunda vez: “7y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder,” 2 Tesalonicenses 1:7; “28así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.” Hebreos 9:28.
Somos hijos de Dios si lo imitamos: “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.” Efesios 5:1. Pero tenemos que ser hijos obedientes: “9y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;” Hebreos 5:9.
Como cristianos no debemos de conformarnos al mundo: “2No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:2.
Dios es santo y en EL no hay tinieblas: “5Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.” 1 Juan 1:5. Y como somos sus hijos le vamos a imitar en la santidad: “1Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.” 2 Corintios 7:1; “3pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;” 1 Tesalonicenses 4:3. Si no la tenemos no veremos al Señor: “14Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” Hebreos 12:14.
Nuestra sobriedad es importante, de igual forma nuestra constancia y nuestra conducta.